27 sept 2013

Hoy pensé en las minúsculas partículas que vuelan 
en el aire y se juntan para formar malos entendidos 
entre las personas, y en los misteriosos silencios 
en cada cabeza.
¿Cuándo es cierto que acertamos: cuándo señalamos, 
cuándo afirmamos o simplemente cuándo dudamos?

Me pongo a reflexionar y siento que la causante de 
nuestras peleas soy yo, y es que es difícil esto.
A veces pienso que soy la más feliz a tu lado mientras me doy cuenta que en el medio pasan muchas cosas, que por supuesto nuestra relación no es perfecta, nada ni nadie es perfecto, pero cuando nos separamos, te llevas una gran parte de mi que no me deja dormir, ni mucho menos deja de pensar en ti. 
Odio cuando te veo o te escucho llorar, pero más me odio a mí por saber que por mis caprichos tú estas sufriendo, en verdad, me odio. 
Cuando eso sucede quisiera hacer hasta lo imposible por evitar que suceda. No me gusta verte llorar, no me gusta escuchar a mi bebé llorar. Lo odio.
Solo te pido que con el tiempo que nos quede nos amemos, entendamos y superemos cualquier obstáculo unidos con nuestro profundo amor. Yo sé que si es así, vamos a poder seguir juntos y mirar para adelante sin recordar nuestro pasado duro. Pero ¿qué importancia hay que darle al pasado? Si somos nosotros los enamorados, los que peleamos y nos reconciliamos con un abrazo y un beso.

Soy la más feliz a tu lado, el destino te puso en mi camino para que la soledad ya se acabe, para estar juntitos, alguien que cada mañana me saque una enorme sonrisa, para que al verte mi corazón salte y tenga aún más ganas de abrazarte y no soltarte nunca.





Quizá nadie entenderá la forma en la que nos amamos, 
el profundo amor de dos personas 
que se aman con locura....
A pesar de todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario