26 may 2013

A veces sólo quiero un abrazo tuyo, otras veces sólo quiero estar alejada del jodido mundo. A veces sólo necesito saber que te acuerdas de mí, otras sólo quiero evadirme con mi música y mis palabras. A veces me gustaría saber que sólo me quieres para un rato, para no temer hacerte daño con cada una de mis tonterías pero otras me gustaría que, por una vez en mi vida, alguien se interesara tanto por mí que hiciese lo imposible por enamorarme. Unas veces me muero por verte y al instante esas ganas desaparecen. A veces no me quiero ilusionar y me ilusionas, otras quiero sentir y no siento. Hay veces que me sorprendo echándote de menos y otras simplemente te echo de más. Hay días que siento mariposas en el estómago al pensar en ti y al día siguiente esas mariposas me causan un nudo en la garganta. Hay noches que me gustaría perderme entre las sábanas contigo y, otras, cuanto más lejos estemos, mejor. Hay días en los que odio estos malditos kilómetros que nos separan pero al rato me alegro de ellos. A veces pienso que tengo miedo de ti, de mí, de nosotros y a los dos días me veo cogiendo un taxi para ir a verte. A veces tus defectos me enamoran y otros me sacan de quicio. Hay momentos en los que movería el mundo por un nosotros y otros prefiero quedarme en casa, sin hacer nada. Si me persigues, te esquivo pero si te vas, voy a buscarte. No te pido que me entiendas, porque ni yo misma lo hago.

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